Los espacios de trabajo siguen cambiando con la llegada de las nuevas tecnologías. La luz eléctrica, el teléfono y el ordenador personal influyeron notablemente en el diseño y el uso de las oficinas. La inteligencia artificial tendrá efectos similares en nuestro entorno construido.
A corto plazo, la adopción de la IA impulsará dos tendencias: la mejora de la calidad del espacio y el aumento de los espacios de colaboración.
Mayor atención a la calidad. Los recientes esfuerzos de las empresas por atraer a los trabajadores de vuelta a la oficina han puesto de relieve la importancia de una experiencia de calidad en el lugar de trabajo. Las tasas de ocupación y los alquileres de los mejores edificios han superado con creces a los de los inmuebles básicos. La IA aumenta la necesidad de trabajadores altamente cualificados e impulsará la demanda de espacios de trabajo individuales, instalaciones y ubicaciones de mayor calidad.
Figura 3: Tendencias en oficinas: Asignación de espacio

Espacio de colaboración. La pandemia demostró que parte del trabajo puede realizarse desde cualquier lugar, al tiempo que reforzó el gran valor de la colaboración y la interacción en persona. A medida que se estabilizan los modelos de trabajo híbridos, el equilibrio del trabajo realizado en la oficina se aleja de las tareas individuales. Los trabajadores actuales pueden dedicar parte de su jornada al trabajo concentrado, las reuniones formales, la colaboración rápida y la conexión informal. Estos múltiples modos de actividad ponen de relieve la necesidad de una variedad de espacios. Los ocupantes están reasignando espacio para apoyar esta tendencia, y algunos clientes de CBRE han aumentado su cuota de espacio de colaboración en oficinas en un 44% en sólo dos años. La importancia de la oficina como lugar de conexión crecerá aún más a medida que la IA y la tecnología relacionada permitan a los trabajadores dedicar más tiempo a la interacción.
Figura 4: Estrategia de cambio en el lugar de trabajo

Herramientas de adaptación. Para navegar por el cambiante panorama de las necesidades de espacio, las organizaciones deben empezar por conocer la ocupación y la eficacia de los espacios. Los sensores de ocupación y otros datos proporcionan un conocimiento profundo de la utilización del espacio y pueden revelar las características que impulsan la demanda de determinados espacios. Las mejores organizaciones también utilizan encuestas y herramientas de evaluación comparativa para conocer la opinión de los empleados y evaluar la competitividad de su espacio. La combinación de esta información con el análisis predictivo hace que los datos sean realmente procesables.
Con un software avanzado, los gestores de ocupación pueden anticiparse a la demanda en tiempo real. Esta previsión permite a las organizaciones ajustar su oferta de espacio, incluso mediante el uso de espacios flexibles. Las previsiones significativas van más allá de lo básico, es decir, cuántas plazas se necesitan, y se extienden a factores cualitativos afectados por los cambios en la composición de la plantilla y las funciones de los puestos de trabajo. De este modo, las organizaciones pueden ajustar la organización y gestión del espacio para satisfacer mejor las necesidades cambiantes.
