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El traslado de la sede es una oportunidad para modificar los comportamientos de los empleados
Un traslado puede servir para alterar deliberadamente la dinámica existente, creando oportunidades para que surjan nuevos comportamientos que apoyen la evolución de los objetivos y valores de la estrategia corporativa.
abril 18, 2024 5 Consumo de tiempo Read

La decisión de una empresa de trasladar su sede, ya sea a nivel local o nacional, va más allá de cambiar su ubicación física.
El estudio de CBRE sobre las reubicaciones de sedes de 2018 a 2023 encontró que los factores más comunes que influyen en esta decisión son los incentivos fiscales empresariales, la optimización de la cartera y el acceso a la base de clientes. Un traslado de sede también puede tener un profundo impacto en las formas de trabajar de una empresa. Presenta una oportunidad para reexaminar y refrescar aspectos de los comportamientos organizativos e inyectar nueva energía, propósito y dirección.
El deseo de cambiar
El comportamiento de los empleados depende de muchos factores, como las normas y valores de la empresa, la estructura organizativa, las recompensas y el reconocimiento, y el entorno físico. Un traslado puede servir para alterar deliberadamente la dinámica existente, creando oportunidades para que surjan nuevos comportamientos que apoyen la evolución de los objetivos y valores de la estrategia corporativa.La mejora de la colaboración y la innovación son dos de los principales cambios de comportamiento que nuestros clientes buscan junto con la reubicación. Las organizaciones han aumentado el espacio de colaboración en un 44% y han reducido el espacio privado en un 19% desde 2021, según el informe 2023-2024 Global Workplace & Occupancy Insights de CBRE. Añadir más espacio físico para la colaboración y la innovación sienta las bases para fomentar estos comportamientos, pero no se producirán únicamente porque existan estos espacios.
Un programa eficaz de gestión del cambio es esencial para impulsar comportamientos nuevos y en evolución que perduren. Un programa sólido debe incluir formación, trabajo en equipo interfuncional, recompensas y reconocimiento, modelos de comportamiento de liderazgo y realineación de cualquier elemento organizativo que pueda obstaculizar la colaboración y la innovación.
Crear nuevos comportamientos
Formar a los empleados en el uso de nuevos espacios y crear una visión clara de lo que significa ser colaborativo e innovador son los primeros pasos cruciales para crear estos comportamientos deseados. Las sesiones breves y específicas que refuerzan las técnicas de colaboración, la resolución de problemas, el pensamiento de diseño y los escenarios realistas "del día a día" crean una transformación más profunda a través del aprendizaje experimental.La creación de oportunidades para que los equipos interactúen entre sí también fomenta la mentalidad colaborativa. Algunos ejemplos son la organización de eventos sociales entre equipos, la celebración de foros de intercambio de conocimientos, la mezcla intencionada de equipos en los planes de asientos o la asignación de equipos para trabajar juntos en iniciativas formales o informales.
Estas tácticas promueven el intercambio de conocimientos, la diversidad de pensamiento y fomentan un sentido de propósito unificado en toda la organización.
Reconocer y recompensar a los empleados que demuestran su compromiso con la colaboración y la innovación refuerza la importancia de estos comportamientos y anima a los demás a seguir su ejemplo. Establezca objetivos de colaboración e innovación a nivel individual, de equipo y de liderazgo, e incentive los comportamientos mediante premios formales al rendimiento, el reconocimiento de los compañeros o la promoción del equipo.
Cultivar la colaboración y la innovación empieza desde arriba. Los líderes pueden dar un ejemplo positivo para la organización y crear un espacio seguro para que otros actúen de forma similar. Sin embargo, a menudo los líderes también necesitan ayuda para aprender a colaborar e innovar. La definición de expectativas, la comunicación, la formación y la recompensa de los comportamientos deseados son tan fundamentales en las filas de la dirección como para el resto de la organización.