En todos estos años que llevas escribiendo sobre el sector, ¿cuál crees que es la tendencia que ha marcado un antes y un después en el mercado inmobiliario? Y, ¿te aventurarías a decirnos qué podría estar por venir para revolucionar aún más el sector?

En casi una década escribiendo sobre el sector inmobiliario, han sido muchos los desafíos y transformaciones, como los efectos de una pandemia y la subida de los tipos de interés.

Una de las tendencias clave es la adaptación a nuevas demandas y hábitos de vida que requieren mayor flexibilidad en los formatos. Estos movimientos afectan tanto al segmento residencial como al negocio hotelero y de oficinas, entre otros segmentos.

La entrada de inversores y profesionales de perfil más financiero en las empresas ha alterado también la forma de operar y de asumir riesgos. Por otra parte, el mercado inmobiliario español está en el mapa del capital, lo que redunda en un abanico mayor de inversores entrando en el país.

En CBRE cumplimos 50 años de presencia en España; 50 años donde el sector inmobiliario ha capeado temporales y se ha ido transformando. ¿Qué papel tienen los medios en explicar la evolución del sector hacia un modelo que pone en el centro a las personas y el planeta?

La labor de los profesionales que escriben sobre el sector inmobiliario consiste en ofrecer una perspectiva basada en datos y fuentes fiables, permitiendo al lector entender lo que está pasando y, anticipar movimientos futuros.

Huir de las posturas partidistas o evitar ideas preconcebidas ayudan a poder trabajar de la forma más objetiva posible. La mayor garantía para la supervivencia de un medio es ser creíble.

Es relevante también aterrizar la información en lo posible para que esta sea interesante y accesible y pensar, no solo en el inversor o propietario del inmueble, también en los inquilinos y en los ciudadanos, así como en toda la cadena de valor del sector.

¿Has observado una mayor transparencia de las compañías del sector en la comunicación de su actividad a los medios? ¿Cómo ha cambiado la relación de las empresas con los periodistas?

En términos generales, sí. La profesionalización del sector también ha llegado a los departamentos de comunicación de las empresas y las exigencias de transparencia se aplican de igual forma al trato con los medios de comunicación. La agilidad a la hora de ofrecer datos o la facilidad para contactar con las fuentes suele ser favorable.

Por supuesto, como en todo, va por barrios y no todas las compañías otorgan la misma importancia a contar con una buena comunicación, ni tienen en la misma consideración a los medios. La experiencia ayuda a distinguir a las empresas o equipos de comunicación que respetan la labor de un periodista de los que no y a saber tratar con ambos.

¿Cómo ha cambiado la percepción que tiene la sociedad sobre el sector inmobiliario? ¿Ha evolucionado en los últimos años?

El pinchazo de la burbuja inmobiliaria y los desmanes de los años del boom ocasionaron un descrédito para el sector.

Son muchas las compañías surgidas en el nuevo ciclo, que aplican códigos que se alejan de los excesos anteriores.

A pesar de una mejora sustancial de la imagen de la industria inmobiliaria todavía se necesitarán años de buenas prácticas para que pueda liberarse del halo especulativo con el que se le ha asociado en los últimos tiempos.

Parte de la percepción negativa que arrastra la industria inmobiliaria se generan también por puro desconocimiento. El ser un sector vital en estos momentos para la sociedad acarrea que sea diana de mensajes demagógicos, y que se vea envuelta en campañas de desprestigio.

A lo largo de tu carrera como periodista has entrevistado a los principales líderes del sector, ¿destacarías alguna cualidad común de todos ellos?

Es difícil encontrar un patrón único para todos ellos, pero, en términos generales, la mayoría de los directivos y expertos del sector con los que trato gozan de un profundo conocimiento de la materia, experiencia y gran destreza a la hora de comunicar.

La accesibilidad, la cercanía, la empatía y el respeto por los medios de comunicación y sus profesionales son dos elementos comunes también en muchos de los empresarios de este sector.

A la hora de buscar inspiración, ¿qué o quién te sirve de comodín?

Recurrir a las fuentes que manejan información, conocer a las empresas o a las administraciones desde dentro y que están cerca de las operaciones es una de las mejores herramientas de las que dispone un periodista para inspirarse.

Los ‘corrillos’ posteriores o previos a los eventos, las entrevistas, los encuentros con empresarios, analistas o consultores y, sobre todo, las charlas informales ayudan mucho a canalizar datos y a dar forma a ciertas ideas y tendencias, al tiempo que permiten recabar noticias.

¿Tienes alguna anécdota o aprendizaje que nos puedas contar de tu experiencia como una de las periodistas de referencia de inmobiliario?

En estos años son muchas las anécdotas acumuladas, pero si tuviera que trasladar un aprendizaje sería el de no quedarme nunca con preguntas por hacer, ni dar nada por supuesto.

En un sector como el inmobiliario lo que es tendencia ahora puede dejar de serlo en los próximos años. Los edificios forman parte del entramado urbanístico y dan forma a las ciudades de ahí su importancia en el largo plazo.

La velocidad vertiginosa de transformación que provocan las nuevas tecnologías ocasiona además que los cambios que antes requerían de años ahora se produzcan en tan solo meses. Creo que es una de las facetas más interesantes, y más exigentes, de esta profesión. La formación es continua y constante.

¿Cuál es la noticia sobre el sector que más te ha gustado contar? Y por último, pregunta obligada, ¿qué noticia te gustaría contar? Y que no sea dentro de muchos años…

Las operaciones corporativas para un periodista de un medio económico siempre son las más atractivas. La fusión o integración entre dos grandes empresas, las salidas a Bolsa, la generación de nuevos negocios, ver crecer a una start-up que acaba siendo un unicornio… Este tipo de informaciones resulta de interés y poder transmitirlas genera una gran satisfacción.

Es muy gratificante también adelantar tendencias sectoriales o conocer de primera mano los planes de negocio o entresijos de una operación, así como poder contar la evolución de los planes normativos y su efecto en la industria y en las personas.

Por supuesto, hay ciertos perfiles de directivos que, además de grandes titulares, enriquecen al lector y también al entrevistador.