La captación de talento se ha convertido en un reto para nuestro país, ¿qué cambios crees que debería acometer el tejido empresarial español para encontrar y atraer los perfiles profesionales que necesita?

Es innegable que existe una brecha entre la formación que reciben los jóvenes, las capacidades y habilidades que predominan en el mercado laboral, y las necesidades del tejido empresarial. Estrechar este ‘gap’ es responsabilidad de todos.  En primer lugar, se debe impulsar la colaboración público-privada: es fundamental acercar el mundo empresarial a las aulas para contribuir a adecuar la formación a las competencias necesarias en un entorno cambiante. Cuestiones como la autonomía profesional, el aprendizaje continuo, la inquietud y la curiosidad, el liderazgo y las capacidades tecnológicas y digitales deben ser una parte fundamental en la educación de los jóvenes. Adicionalmente, las empresas asumimos nuestra responsabilidad en este objetivo compartido, para garantizar su adaptación e impulsar su desarrollo para que desplieguen todo su potencial.

¿Cuál es vuestra visión sobre el rol que deben jugar las oficinas a la hora de desarrollar al talento y potenciar la productividad?

Precisamente, las oficinas son un elemento clave para impulsar la productividad, la creatividad y el talento. Los modelos de trabajo híbrido como con el que contamos en KPMG, se han convertido en un entorno de acercamiento y convivencia, pero también de intercambio de experiencias y conocimiento entre profesionales, que enriquece tanto personal como profesionalmente. Los espacios se están reformulando en consecuencia, poniendo foco en facilitar el trabajo en equipo, la interacción, la formación, las reuniones e interacciones. En nuestra experiencia, las oficinas refuerzan el vínculo entre el profesional y la firma, y entre los equipos. Y es aquí donde la diversidad de la organización, de perfiles, de nacionalidades, edades y género se pone más de manifiesto y donde se extrae todo su valor.

Si miramos más allá de nuestras fronteras, algunos de los países europeos que destacan a la hora de atraer y retener talento son Suiza, Holanda y los países escandinavos junto con Finlandia, según el Índice de Competitividad del Talento Global (GTCI) 2023. KPMG está presente en 143 países, ¿desde España, se han examinado estas oficinas vecinas para ver qué se está haciendo? ¿Se han encontrado diferentes destacables que podrían trasladarse y acomodarse a los entornos de trabajo en territorio nacional?

En KPMG, como firma de servicios profesionales presente en 143 países, compartimos constantemente las mejores prácticas y aprendizajes, tanto en el ámbito de negocio como de la gestión del talento. Podemos aprender de cada una en términos de trabajo en remoto, voluntariado, diversidad, formación, atracción y fidelización de talento, etc., y desde España también tratamos de dar a conocer entre nuestros compañeros aquellas medidas y proyectos de las que nos sentimos más orgullosos. Algunas de ellas han sido adoptadas por otros países, como los ‘Learning days’, en los que proporcionamos una experiencia formativa transversal para más de 500 personas en formato presencial, o los ‘Días de onboarding’, en los que damos la bienvenida en persona a los nuevos profesionales.

Durante los últimos años, KPMG ha dedicado un gran esfuerzo a mejorar la gestión del talento con apuestas como el proyecto Nodo Talento, ¿crees que los espacios de trabajo pueden ser un aliado de cara a mejorar esta gestión? Bajo tu criterio, ¿cuáles son los beneficios de invertir en una oficina saludable? ¿Pueden compensar los costes económicos?

En KPMG creemos que las oficinas pueden ser parte de la aportación de valor y bienestar a nuestros profesionales. Como he comentado anteriormente, son espacios para el intercambio de conocimiento e ideas, para fomentar el compañerismo y la diversidad, para aprender y generar nuevas ideas. En España contamos con 19 oficinas todas situadas en localizaciones accesibles, y disponen de salas de reuniones y encuentros, auditorio y zonas de eventos, puntos de restauración, salas experienciales con tecnología que favorecen la interacción.  Dotar de espacios y herramientas a nuestros profesionales para que desarrollen su talento y capacidades y, favorecer la propia atracción de talento. Ejemplo de ello es nuestro centro tecnológico, One Tech, especializado en el asesoramiento en transformación digital y tecnología.

Otro de los temas que aflora al hablar de la gestión del talento es la convivencia de distintas generaciones en los mismos entornos laborales y equipos. Como ha puntualizado KPMG a través de diferentes publicaciones, se trata de “una constante en las organizaciones españolas”, que supone un gran reto en cuanto a la gestión de esta diversidad. ¿Cómo pueden los entornos de trabajo favorecer y potenciar esta diversidad, dando respuesta a las necesidades de cada colectivo? ¿Cuáles dirías que son las claves para gestionar este talento diverso?

En una firma con más de 6.200 profesionales, la diversidad de perfiles, edades, nacionalidades, etc. no solo es una realidad, sino un valor añadido que cuidamos y fomentamos. Cada día comprobamos cómo los equipos formados por personas diversas se enriquecen mutuamente, generando sinergias y aprendizajes que dan lugar a nuevas ideas y formas de abordar los retos que surgen en cada proyecto. En el caso concreto de las edades, contamos con cuatro generaciones que conviven en equilibrio, complementándose y reforzándose mutuamente. Cada generación suele tener unas capacidades concretas, aunque siempre desde la diversidad de cada persona, que van desde la experiencia y el rigor a la inquietud y la energía y que se retroalimentan de forma que, en lugar de sumar, multiplican.

La transformación digital y la flexibilidad está en boca de todos y, además, parece que son dos “esenciales” en la nueva normalidad que van de la mano. Según tu perspectiva, ¿cómo encajan con los espacios de trabajo físico? Después de un tiempo conviviendo y potenciando estos elementos en KPMG, ¿cómo ha sido la experiencia? ¿Cuáles dirías que han sido los beneficios y cuáles son los retos pendientes en la checklist?

Como he indicado anteriormente, en KPMG, por nuestro modelo de negocio, por la tipología de servicios que prestamos y porque creemos que es lo mejor para nuestros profesionales, hemos optado por un modelo de trabajo híbrido. El objetivo es extraer el máximo valor de los dos mundos: el entorno colaborativo y de aprendizaje mutuo que brinda el trabajo presencial con la flexibilidad y la capacidad de concentración que en muchas ocasiones proporciona el teletrabajo.

Por supuesto, las oficinas han de adaptarse a esta nueva realidad fomentando la innovación y la colaboración de equipos. Por nuestra parte, las ventajas han sido muy claras: lo vemos en la fidelización del talento y en el avance de los proyectos y la performance de los equipos.

Por último, nos gustaría obtener tu perspectiva respecto a un tema tan importante como la sostenibilidad. Las empresas tienen un papel crucial en el objetivo de alcanzar una economía más sostenible. ¿Cuál es vuestra ruta y qué objetivos tenéis en el corto, medio y largo plazo?

Como firma de servicios profesionales, cuyo modelo de negocio se basa en acompañar a nuestros clientes, a aprovechar las ventajas del entorno y afrontar los desafíos y transformaciones, experimentamos la sostenibilidad desde una doble perspectiva.

Contamos con una hoja de ruta clara, nuestro plan de impacto, coordinado a nivel global y que se asienta en los pilares de buen gobierno, planeta, personas y prosperidad. Entre los compromisos adquiridos, está integrar la variable climática en la toma de decisiones, medir nuestras emisiones y el impulso de la ecoeficiencia y el consumo responsable. Nuestro objetivo es alcanzar la neutralidad en carbono en el año 2030.

Este ámbito, lo trasladamos en el diseño de nuestras oficinas, donde empleamos materiales circularmente sostenibles, evitando aquellos que generen un impacto negativo en el medioambiente.