Llevas casi 20 años dedicado al sector logístico. ¿Cómo ha evolucionado la industria en estas décadas en las que hemos vivido profundos cambios y crisis como la del coronavirus? Precisamente la pandemia marcó un punto de inflexión en el sector motivado por el aumento del comercio electrónico.

Durante todos estos años he visto cómo ha evolucionado nuestro sector, pasando por distintos ciclos y profesionalizándose por el creciente interés del capital institucional y el capital core. Esto ha impulsado la aparición de más actores, usuarios, gestores y desarrolladores en nuestro sector, y una compresión de las rentabilidades sin precedente (por debajo del 4%). 

La industria logística es el reflejo de la evolución de la sociedad, y del servicio de las empresas. La pandemia del coronavirus marcó un punto de inflexión y aumentó la importancia del comercio electrónico, enfatizando la necesidad de una cadena de suministro eficiente.

La logística ha pasado de ser un “coste” para las empresas a una verdadera ventaja competitiva. La resiliencia se volvió crucial, ejemplificada por casos como el del “Ever Given” y los ataques en Cabo de Buena Esperanza.  

A pesar de la desaceleración de la economía en los últimos años, el sector logístico ha demostrado ser un valor refugio por su carácter anticíclico. ¿Qué factores convierten al sector en uno de los activos preferidos de los inversores? ¿Por qué se debe seguir apostando por este segmento?

La logística actúa como un vaso comunicante. Es necesaria para almacenar y distribuir productos terminados. Las cadenas de suministro han tenido que adaptarse a la coexistencia del canal tradicional B2B y B2C, avanzando hacia la omnicanalidad.

La demanda de espacio seguirá creciendo por las siguientes razones. Se requieren espacios flexibles, y modernos, con los más altos estándares de sostenibilidad y tecnología renovando su obsolescencia. También espacios para comercio electrónico, impulsados por la operativa de última milla.
Así como espacios logísticos resilientes adaptándose al “just in case” por las infinitas disrupciones. En cuanto a nuevos desarrollos, la falta de suelo y el coste han frenado el crecimiento de rentas. Este hecho ha mantenido los retornos pese a las turbulencias del 2023 y la inflación alta.  

En la actualidad, el sector enfrenta varios retos operativos, no solo para abordar los nuevos hábitos de consumo de la sociedad sino para contribuir a la descarbonización de la industria. ¿Cómo aborda Prologis este nuevo escenario? Sin olvidar el impacto de la digitalización en el sector o la captación del talento.

Para Prologis la sostenibilidad es parte intrínseca de nuestra actividad. Con nuestro programa Net Zero 2040, buscamos lograr cero emisiones en la cadena de valor, para 2040. Apostamos por la reconversión de edificios en desuso aplicando principios de economía circular.

Respecto a la captación de talento, queremos dar a conocer el mundo logístico. Desde Prologis abogamos por la colaboración público-privada como con nuestro programa Logistics Training in Motion (LTIM), desarrollado con la Universitat de Barcelona y el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat. Este programa de microcredenciales universitarias, adapta sus cursos a las necesidades actuales de las empresas. En septiembre comenzaremos otra edición de LTIM, con más dedicación a sesiones de networking.

La transición del sector inmologístico hacia un modelo más verde y comprometido con el medio ambiente es necesaria. ¿Cómo se conjuga el compromiso con el planeta con la rentabilidad de las inversiones? O lo que es lo mismo, ¿qué impacto tiene la incorporación de los criterios ESG en el valor de los activos?

Desde Prologis abordamos la sostenibilidad como una inversión que genere valor compartido. Plantear toda inversión en sostenibilidad con un retorno interesante y, al mismo tiempo, ayudar a nuestros clientes a alcanzar sus objetivos de desarrollo sostenible anticipando el capital para invertir, por ejemplo, en energía renovable o en eficiencia energética.

La asignatura pendiente todavía por parte de los valoradores es aprender y profundizar en materia de ESG y poder así reflejar de forma más precisa la incorporación de los criterios ESG en el valor de los activos. Hoy en día está claro que tiene que haber una diferencia en el valor entre un activo con criterios ESG y otro que no los tiene.

Siguiendo con la sostenibilidad en el sector, ¿existe una conciencia real en el mercado sobre la importancia de abordar los proyectos desde una perspectiva más verde? Cuéntanos qué atributos tienen vuestros desarrollos logísticos y si estáis llevando a cabo alguna iniciativa en este ámbito.

Cada vez somos más conscientes de que no existe un Planeta B y que cualquier actividad debe abordarse desde una perspectiva más verde. Si hay mayor conciencia en abordar proyectos más sostenibles en general, debemos poner el foco en lo que realmente genera impacto positivo. Los reguladores, bancos y usuarios fuerzan al sector hacia esta necesaria transición energética y descarbonización. Nuestro sector es uno de los más comprometidos y cuyo impacto positivo puede ser muy significativo.

Nuestros desarrollos logísticos tienen especificaciones claras, como iluminación LED regulable, arquitectura circular y reducción de carbono embebido. Apostamos por las energías renovables y soluciones de movilidad sostenible.

Anunciamos un acuerdo con ACCIONA Energía para instalar comunidades solares en varias de nuestras propiedades en España. La energía generada servirá para abastecer el consumo energético de nuestros parques logísticos, y también a los vecinos de la zona.

Además, promovemos la filosofía PARKlife™, con la que generamos comunidad entre los usuarios, acercamos la ciudad a los parques y generamos sinergias.

También se habla mucho últimamente de la automatización de las naves y de los procesos. ¿Qué impacto va a tener en el sector la irrupción de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial? ¿las naves que no incorporen estos avances se quedarán atrás?

Tenemos numerosas herramientas que están irrumpiendo en el sector logístico. Nuestra industria está en una gran transformación tecnológica. Aplicando la automatización en los almacenes optimizamos el proceso logístico, desde que una mercancía entra hasta que sale. Otros beneficios son la reducción de accidentes laborales y el aumento de la seguridad en el trabajo.  Además, conseguimos un mejor control de stock, eficiencia y fiabilidad en la preparación de pedidos y en la gestión del espacio. Esta herramienta acelera la productividad, teniendo en cuenta que los procesos automatizados demandan personal cualificado y son tecnologías complementarias con la generación de empleo.  Es primordial que todos los agentes implicados en la cadena de suministro vayamos incorporando estas herramientas en un trabajo individualizado, pero con beneficios globales en toda la cadena.

Englobando todos estos aspectos, y anticipándose a nuevos retos que puedan surgir, ¿cómo imaginas el proyecto logístico de Prologis del futuro? ¿Hay que fijarse en otros mercados más maduros para abordar las nuevas tendencias en el sector?

En Prologis tenemos dos lemas: “Ahead of what’s next” y “Why not today”. Nos mueven a proyectar el futuro y pasar a la acción transformadora. Veo el futuro con optimismo, hay mucho por hacer en relación con la modernización de los activos logísticos, la energía, la movilidad, la sostenibilidad y el impacto social.

En 40 años de existencia, Prologis ha construido la mayor plataforma inmologística del mundo, con una calidad difícilmente replicables.

Afrontamos el futuro con ambición de seguir creciendo mucho y con un énfasis en el Asset Management basado en el análisis del dato con IA que nos permita optimizar el portafolio. Nuestra naturaleza global permite compartir información de mercados y de clientes, permitiendo reaccionar rápidamente a nivel global.